Gran fuente de inspiración es para mi, Horacio Quiroga, un
escritor que desde que lo descubrí no ceso de releerlo porque siempre encuentro
en el algo que me entusiasma. Sus relatos, cortos, sin demasiada parafernalia
ni adornos imprecisos, son contundentes. No podía, por tanto, en esta "parada
obligatoria", quedarse para atrás esta circunstancia, y así me pareció
oportuno incluirlo, a modo de cita al comienzo del libro. Elegí este fragmento
de su obra "El loro pelado" porque el primer relato que figuraba en
Una parada obligatoria, trataba sobre animales, que fueron inagotable veta de
creación para el añorado escritor uruguayo.
He aquí la cita:
Y decía tantas veces «¡rica papa!» porque ya eran las cuatro
de la tarde, y tenía muchas ganas de tomar té con leche. El loro se había
olvidado de que los bichos del monte no toman té con leche, y por esto lo
convidó al tigre.